domingo, 16 de agosto de 2009

Un poco de historia

En este artículo les dejo una breve biografía de los dos personajes que ayer les nombre, Dudeney y Gardner.
Henry Ernest Dudeney nació en la villa de Mayfield, al sur de Inglaterra, el 10 de abril de 1857. Junto al norteamericano Sam Loyd (1841-1911) son los más notables inventores de problemas de ingenio de todos los tiempos. Ambos desarrollaron su obra publicando en diversas revistas a los largo de muchos años. En una evaluación de estos dos genios del ingenio, Martín Gardner escribió: “Loyd fue un chispeante y prolífico creador de acertijos, con una habilidad especial para resaltar los efectos sorprendentes, pero cuando se trata de problemas de naturaleza mas matemática, Dudeney lo superaba claramente.” Durante veinte años Dudeney escribió e ilustro una página de entretenimientos (Perplexities) para la popular revista mensual inglesa The Strand Magazine, la misma que publicaba por aquel entonces las aventuras de Sherlock Holmes.
A la vez que inventaba una cantidad descomunal de nuevos problemas, Dudeney se destacaba en la resolución de persistentes enigmas. Algunas cuestiones que venían resistiendo los métodos de expertos matemáticos fueron finalmente dilucidadas por él. La habilidad matemática la había adquirido por su propia cuenta, ya que nunca pudo asistir a una escuela.
Dudeney murió el 24 de abril de 1930. Estuvo casado con una prolífica autora de novelas románticas, Alice Dudeney, muy conocida en su época, con la que tuvo una hija.
Martín Gardner nació en Tulsa, Oklahoma el 21 de octubre de 1914. Es un divulgador científico y filósofo de la ciencia estadounidense, muy popular por sus libros de matemática recreativa.
Estudió filosofía y después de graduarse se dedicó al periodismo.
Saltó a la fama gracias a su columna mensual Juegos matemáticos, publicada en la revista de divulgación científica Scientific American entre diciembre de 1956 y mayo de 1986. A lo largo de esos treinta años trató los temas más importantes y paradojas de las matemáticas moderna, como los algoritmos genéticos de John Holland o el juego de la vida de John Conway, con lo que se ganó un lugar en el mundo de la matemática merced a la evidente calidad divulgativa de sus escritos. Su primer artículo llevaba el título de Flexágonos y trataba en concreto sobre los hexaflexágonos; el último tuvo como tema los árboles de Steiner minimales.
Gardner también escribió una columna en la revista Skeptical Inquirer, dedicada a la investigación científica de los fenómenos paranormales, con el objetivo de poner en evidencia los fraudes. Además de sus libros sobre pasatiempos matemáticos y divulgación científica, ha escrito sobre filosofía (Los porqués de un escriba filosófico) y una versión comentada del clásico de Lewis Carroll Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alicia anotada), así como numerosas revisiones de libros de otros autores.

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